Alberto Texido: “El nuevo puerto exterior de San Antonio es una oportunidad para que la ciudad eleve sus estándares urbanos”

San Antonio, terminal

El académico de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile, especialista en proyectos portuarios y costeros, entrega su opinión respecto al proyecto que considera la construcción de una nueva infraestructura portuaria para el principal puerto del país. 

El proyecto Puerto Exterior, encabezado por Empresa Puerto San Antonio, contará con una inversión de USD 3.500 millones para la construcción de una nueva plataforma portuaria y de servicios a la comunidad, que por una parte contribuirán a aumentar la capacidad de transferencia de carga de contenedores al doble de la actual y, por otra, entregará más alternativas de crecimiento a los habitantes de la provincia de San Antonio. 

No obstante, grupos ambientalistas intentan instalar debates sobre el impacto que en este sentido acarrearía este proyecto de Estado, el más ambicioso de la industria portuaria, desde que se construyó el molo de abrigo en Valparaíso, hace más de 100 años.

Para contribuir al debate sobre este tema, entrevistamos al académico de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile, Alberto Texido, quien destaca por su constante búsqueda del equilibrio y cuidado del medioambiente, de la mano con el crecimiento económico y el desarrollo urbano en las ciudades.

Alberto Texido
Alberto Texido, académico Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile

¿En qué beneficia a las ciudades costeras la construcción de nuevas zonas portuarias? 

La experiencia internacional nos habla de que los procesos de modernización de la infraestructura portuaria también otorgan oportunidades de desarrollo a los entornos construidos y también a los entornos naturales, escapando a la lógica tradicional que nos dice que esto únicamente servirá para dar trabajo y aumentar cargas. 

A esto se agregan variables como la diversificación económica, la adaptación al entorno medioambiental y climático, la mejora de la calidad de vida y la creación de espacios públicos. Estos elementos surgen tras una correcta reconversión de áreas portuarias obsoletas, lo que permite el beneficio del entorno y los habitantes. 

¿Cómo ha sido la experiencia chilena en este sentido? 

El caso chileno es particular, ya que de alguna manera estamos rezagados de la experiencia internacional, que ha logrado la reconversión sustentable de espacios portuarios en un entorno urbano, compatibilizando calidad de vida y productividad. 

Los frentes marítimos urbanos son una oportunidad valiosa para que las ciudades puedan permitir que en un mismo espacio coexistan varias actividades. Esto implica necesariamente acciones multisectoriales, es decir, en donde el Estado participe junto con sus diferentes divisiones y no solo con una de ellas, que esté únicamente preocupada del movimiento de carga. 

Por lo tanto, el desafío para nuestras ciudades portuarias es actualizarse, ponerse al día en cuanto a las experiencias mundiales que demuestran que, puerto y borde costero urbano, generan más oportunidades que las que se han dado en Chile. 

Según su experiencia, ¿cómo ve el desarrollo del nuevo puerto exterior de San Antonio? 

En este caso, como Facultad, hemos intentado comprender cuáles son las posibilidades de que este nuevo puerto beneficie tanto a su entorno urbano, como a su marco medioambiental, incluyendo a sus humedales y la desembocadura del Río Maipo. 

Para que esto suceda, es pertinente entender que una nueva infraestructura como esta va a tener impactos, los que si son bien analizados, pueden generar beneficios que comprenden la mejora de los estándares de la ciudad y, al mismo tiempo, causar un equilibrio medioambiental al incluir este último elemento en el proyecto. 

Una gran inversión como ésta, tiene las posibilidades de entregar beneficios al entorno y materializarlos, superando las lógicas del aumento de trabajo y movimiento de cargas, para entrar en una condición local de desarrollo. Esto porque el puerto y la ciudad realmente coexisten y colaboran en un desarrollo mutuo, superando una relación que por hoy parece precaria.

¿Cómo se materializa que este proyecto signifique una oportunidad para la industria, pero también para la infraestructura de la ciudad? 

Primero, hay que entender que acá hay un espacio de diálogo que es necesario para complementar el proceso ambiental, en donde tanto el público, como el municipio, la empresa portuaria y los privados, dialoguen proponiendo ideas para establecer planes de mediano y largo plazo, que vayan acompañando a la obra portuaria. 

Esta gran inversión que se proyecta para San Antonio debiera permitir la generación de obras complementarias que, además de mitigar el impacto medioambiental, produzca beneficios para el entorno urbano, con el fin de moderar los efectos que esta nueva estructura provocará en la ciudad.

Nuevo Puerto Exterior San Antonio
Nuevo Puerto Exterior San Antonio

San Antonio requiere con urgencia ascender en sus modelos urbanos, aumentar sus espacios públicos, crear una amortiguación respecto a la actividad portuaria y el eje Barros Luco, entre otras acciones. 

En esto, el trabajo de la Empresa Portuaria es clave respecto de liderar el proceso. Ya sabemos que también es necesario que en esta instancia, desde el punto de vista del Gobierno, se incluya a más actores que estén argumentando debidamente en este camino de consensos.

¿Qué beneficios puede traer a los ciudadanos de San Antonio la realización de este proyecto? 

Más allá de trabajos atractivos e infraestructuras de punta, el resguardo medioambiental y la aparición de nuevos espacios públicos que mitiguen la presencia de la estructura, son señales visibles de lo que significa un “nuevo San Antonio”, para un puerto exterior de la más alta calidad que nuestro país requiere. 

No es sostenible que hoy sigamos teniendo una ciudad como San Antonio, con patrones medios-bajos en cuanto a calidad de vida se refiere. Aún con la llegada de un puerto exterior de alta tecnología y de gran inversión, es necesario que el beneficio de esto se materialice en espacios públicos y en resguardos ambientales. Mientras sean bien consensuados y diseñados, permitirán gradualmente construir esta nueva ciudad que será más atractiva para vivir y trabajar.

El Puerto Exterior es una gran oportunidad para que San Antonio crezca en límites urbanos. No es correcto considerar que el puerto aparece como una oportunidad de trabajo y se acabó la historia. Esa es la manera antigua de hacer las cosas. Hoy, es fundamental analizar el plano global del crecimiento que conlleva para la vida de las personas que habitan este lugar. 

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