Desde tiempos antiguos, el ser humano ha dedicado su tiempo a contemplar la inmensidad de todo aquello que lo rodea. Restos arqueológicos en todo el mundo indican que todas las civilizaciones, en mayor o menor medida, se establecían cerca del mar y los ríos y ponían miradores en altura que observaban tanto al océano como al firmamento. Sin embargo, si existe un lugar en el océano en que sus antiguos habitantes supieron mucho de mirar más allá que sus propios pies, ese es Rapa Nui.
Esta isla, lejana a todo en medio del Océano Pacífico, pertenece a los territorios insulares de Chile y es, en la actualidad, uno de los destinos turísticos más apetecidos por los viajeros de todo el mundo. Allí, es muy fácil perderse y divagar entre hermosos paisajes y horizontes eternos, bajo un clima bondadoso y templado.
Uno de los principales motivos por los que año a año llegan miles de personas a conocer la isla son sus monumentos de misteriosa construcción, pero antiquísima data: los moais. Estos verdaderos vigilantes de piedra siguen siendo objeto de curioso estudio por parte del mundo científico, no siendo aún posible trazar una historia cien por ciento fehaciente respecto a su origen.
Además de aquello que es obra del hombre, esta isla de tan sólo 163 kilómetros cuadrados de superficie ofrece a sus visitantes playas de hermosas aguas y arenas, volcanes imponentes y vegetación nutrida en cada rincón. Como parte del interés que concita la Isla de Pascua en toda la comunidad mundial, las autoridades chilenas administras a través de la CONAF el Parque Nacional Rapa Nui, en el que se conserva de gran manera el bondadoso conjunto de características propias de la isla.
Hanga Roa, único poblado de Isla de Pascua, concentra el 87% de la población total de la isla y posee un equipamiento urbano acorde a sus habitantes. Allí es posible encontrar tiendas, hoteles, restaurantes, supermercados y farmacias, junto a edificios públicos y de servicios cívicos. Inclusive, Hanga Roa dispone de un estadio de fútbol, con pasto sintético y de carácter municipal, en el que la comunidad puede realizar prácticas deportivas.
A pesar de que, como en tantos otros lugares, los turistas que llegan a la isla deben recibir varias vacunas, el interés por conocerla sube año a año. Por ello, cada vez son más los tours que permiten a los grupos de viajeros conocer, de voz de un guía muy bien informado, la ubicación de las principales agrupaciones de moais y la mejor forma de explorar los volcanes, playas e hitos.
La Isla de Pascua y sus playas
Como es evidente, en la isla la playa es un lugar común. La playa Ovahe es una de ellas pues, ubicada a 30 kilómetros de Hanga Roa, ofrece un balneario de peculiar arena rojiza y hondos acantilados. El color de esta arena se debe al origen volcánico de las piedrecillas que la conforman, por lo que será muy fácil de identificar en todo tipo de fotos y videos.
Anakena, por otro lado, es veces el punto de interés real por el cual los turistas llegan a Rapa Nui. Esto, porque es la playa más conocida y concurrida de toda la isla. A esta playa, muchos turistas llegan en moto, automóvil o bicicleta en tramos que no tardan demasiado en recorrerse, puesto que sólo está separada de Hanga Roa por unos 18 kilómetros de distancia.
Aquí, los verdaderos protagonistas son los moais, que parecen vigilar la playa de Anakena entre tropicales palmera, lomas verdes y panorámicas sorprendentes.
Rapa Nui tiene motivos de sobra, entonces, para transformarse una vez más en uno de los destinos más visitados del año. Eso, sin contar con la calidez de su gente, su música, la tibieza de sus noches y la riqueza de saberse lejos de todo, en medio de una tierra cargada de mística, belleza e historia.