El Gobierno de Chile ha presentado un Plan de Acción para el Corredor Bioceánico Vial que se enfoca en cinco ejes estratégicos clave para el desarrollo logístico y la optimización de la cadena portuaria en el norte del país. Este plan busca abordar y resolver deficiencias actuales en la logística portuaria que afectan los puertos de Antofagasta, Iquique, Mejillones y, potencialmente, Tocopilla. Según el documento, se ha identificado que los puertos del norte tienen una capacidad subutilizada debido a problemas en diversas fases de la cadena logística, lo que ha llevado a la necesidad de estrategias que promuevan una mayor eficiencia en la operación portuaria y reduzcan la congestión en estos puntos clave.
Uno de los objetivos prioritarios del Plan de Acción es la mejora en la logística de acceso a los puertos, especialmente en Iquique y Antofagasta. El Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones (MTT) está implementando proyectos para optimizar el diseño vial, que incluye el rediseño de virajes y la mejora de la señalización, lo que facilitará un flujo más ágil de camiones. Estos cambios no solo reducirán los tiempos de espera, sino que también serán cruciales para garantizar que los camiones puedan acceder de manera más efectiva a los puertos, permitiendo así una transferencia de carga más eficiente y minimizando el riesgo de congestión vial.
Otra iniciativa relevante mencionada en el plan es la adquisición de una grúa nueva en el Puerto de Iquique, diseñada especialmente para aumentar la capacidad operativa del terminal, con un enfoque particular en la industria minera. Esta inversión privada se implantará sin alterar el ya establecido régimen multioperador del terminal, lo cual es fundamental para atraer diferentes tipos de cargas en el futuro. Además, el plan también contempla la realización de estudios complementarios para hacer adaptaciones necesarias en la infraestructura del puerto que permitan atender cargas refrigeradas, aumentando así su competitividad y capacidades.
El Puerto de Antofagasta, por su parte, también se beneficiará de importantes mejoras, como la ampliación del Molo de Abrigo, con el objetivo de disminuir los días cerrados al funcionamiento del puerto y alinearlo con los estándares internacionales. Con una inversión de 39 millones de dólares, las obras comenzarán en 2025 y permitirán una operatividad más consistente, lo que es crucial para satisfacer las demandas del Corredor Bioceánico. Complementariamente, mejoras en el calado del canal de acceso facilitarán la atención de embarcaciones de mayor tamaño, lo que representa un avance significativo en la capacidad de carga del puerto.
La habilitación de puertos secos también es parte integral del plan, ya que ayudará a regular el flujo de carga hacia los puertos chilenos y disminuir la congestión vial. Según el plan, se implementarán zonas de desarrollo logístico en Iquique y Antofagasta a partir de 2025, que servirán como puntos de regulación para la carga y garantizarán que las operaciones se realicen de manera más fluida. Además, se prevé que la creación de sitios de inspección agilice los procesos de control y aduana, mejorando la experiencia de los transportistas y operadores en la cadena logística. Este enfoque, si se lleva a cabo con éxito, no solo beneficiará a los puertos, sino también a la economía regional en su conjunto.