Santander, con su impresionante combinación de playas y naturaleza exuberante, es un destino clave para los amantes de los viajes. A lo largo de su costa, se encuentran pueblos que no solo seducen por sus bellas playas, sino también por sus monumentos históricos y un entorno natural privilegiado. Desde localidades marineras hasta encantadores pueblos de montaña, cada rincón de esta provincia ofrece una experiencia única. En este artículo, te presentaremos cinco de los pueblos más fascinantes a los que puedes viajar en Santander durante la temporada de verano, cada uno con su propio encanto y atractivo particular.
Entre los pueblos destacados, Castro Urdiales brilla por su rica historia y su atractivo turístico. Situada cerca de la frontera con el País Vasco, esta localidad cuenta con unas maravillosas playas, como Oriñón y Brazomar, que son ideales para disfrutar del sol y el mar. Pero no solo se trata de actividades acuáticas; la arquitectura medieval de Castro, con la iglesia de Santa María de la Asunción y el castillo de Santa Ana, ofrece un viaje al pasado digno de explorar. Además, el casco histórico, con su encantadora plaza del Ayuntamiento y diversas construcciones de estilo modernista, completa una oferta cultural única en la región.
Otro de los pueblos que no puedes dejar de visitar es Laredo, famoso por sus extensas playas, particularmente La Salvé, que se erige como la más grande de Cantabria. No solo es un lugar perfecto para relajarte bajo el sol, sino que su Parque Natural de las Marismas de Santoña es un espacio ideal para los amantes de la naturaleza y el senderismo. La Puebla Vieja de Laredo, con sus calles medievales y edificios emblemáticos como el antiguo Ayuntamiento, también invita a un recorrido por su historia. Con su mezcla de tradición y modernidad, Laredo se convierte en una parada obligada para cualquier viajero.
No podemos olvidar a Santillana del Mar, conocido por ser uno de los pueblos más bonitos de España, donde se puede apreciar la belleza de la Edad Media a través de sus calles empedradas y construcciones históricas. La imponente colegiata de Santa Juliana y sus numerosos palacios renacentistas son solo algunas de las maravillas que ofrece este pueblo. A pesar de su nombre, la villa no tiene mar, pero su proximidad a la Cueva de Altamira, con su arte rupestre, lo convierte en un punto cultural de gran interés. La atmósfera mágica de Santillana del Mar es un atractivo irresistible para los turistas.
Finalmente, en nuestro recorrido no puede faltar Comillas, una joya del modernismo en Cantabria que combina historia, arquitectura y belleza natural. Este pueblo es famoso por el Capricho de Gaudí y el palacio de Sobrellano, que destacan por su diseño arquitectónico singular. Comillas invita a los visitantes a disfrutar de un entorno tranquilo, con encantadoras plazas y monumentos que narran su rica historia. Además, San Vicente de la Barquera, con sus impresionantes vistas del estuario y su casco histórico, también es un destino turístico de gran interés en la región. De esta forma, Santander se presenta como un destino diverso y lleno de sorpresas para todos los gustos.