La empresa Blumar, propietaria del buque pesquero “Cobra”, ha emitido un comunicado en el que se compromete a colaborar en la investigación de la trágica muerte de su tripulante Juan Sanhueza. El cuerpo de Sanhueza fue encontrado en Coronel tras haber estado desaparecido durante varios días. En un mensaje emotivo, Blumar expresó sus condolencias a la familia, amigos y compañeros de trabajo de Sanhueza, destacando los casi 30 años de servicio del tripulante en la empresa. Esta situación ha dejado una profunda huella en la comunidad marítima y en los corazones de quienes conocieron a Juan.
La confirmación del fallecimiento de Juan Sanhueza ha sido calificada como un “duro golpe” para la empresa y el equipo que trabajaba junto a él en el Cobra. En el comunicado, la empresa subraya que Sanhueza no solo era un bailarín experimentado del mar, sino también una parte integral de la familia Blumar. “Su legado y memorias permanecerán con nosotros, y su dedicación al trabajo será siempre recordada”, mencionó un portavoz de la compañía. La comunidad pesquera y los atrapados en esta tragedia hacen eco del luto por la pérdida de un compañero querido.
Blumar también se ha comprometido a continuar colaborando con las autoridades y a facilitar cualquier información necesaria para esclarecer las circunstancias que rodean la desaparición y eventual fallecimiento de Sanhueza. “Queremos reiterar nuestra voluntad de contribuir a esclarecer lo que ha sucedido”, señala la empresa. Este trágico incidente ha causado un revuelo en la comunidad local, subrayando la necesidad de protocolos de seguridad adecuados en las operaciones marítimas.
Los familiares de los pescadores de la lancha “Bruma”, que desaparecieron tras un presunto choque con el Cobra, han levantado acusaciones graves contra la embarcación perteneciente a Blumar. Según sus testimonios, la colisión fue la causa principal de la desaparición de los siete tripulantes de la Bruma, lo que ha llevado a la comunidad a exigir respuestas rápidas y claras. Este conflicto entre ambas partes resuena en el ambiente local, donde las angustias y temores se combinan con la búsqueda de justicia por los desaparecidos.
Mientras la empresa Blumar se enfrenta a la incertidumbre de las investigaciones y el impacto de las acusaciones, su compromiso con la transparencia y la colaboración con las autoridades se ha vuelto fundamental. La tragedia que parece envolver a la comunidad pesquera invita a una reflexión profunda sobre la seguridad en el mar y las relaciones entre distintas embarcaciones. La histórica compañía se encuentra no solo lidiando con el dolor por la pérdida de uno de sus propios, sino también con las exigencias de la verdad y la seguridad que reclama una comunidad afectada por la tragedia.